Joven rubio, alto, narigón, y camporista, se busca (desesperadamente)

Aún cuando todavía no habían pasado siquiera 24 horas de la agresión que sufriera el periodista Néstor Dib en el último cacerolazo, desde el sitio SEPRIN ya habían intentado conectar causalmente hechos -al menos hasta que se demuestre lo contrario- casuales, forzando la conclusión de que el ataque a dicho periodista habría sido armado por el gobierno. Parece que no conformes con esto, algunas de estas cajas de resonancia están yendo aún más lejos en lo que parece una carrera por tratar de demostrar que este hecho se trató de un montaje gubernamental: encontrar una persona con características físicas similares (rubio, alto, nariz prominente) que pertenezca a alguna agrupación afín al gobierno y sentenciar (foto poco nítida mediante) que se trata del tal Ayusa parecería ser, por estos días, tarea ineludible. Aquí y aquí (para quienes tengan féisbu) tenemos los resultados de estas "investigaciones":

Parece que encontraron lo que querían ¿verdad? Eso es lo que pensé, en un primer instante. Pero fue solo eso: un primer instante. Para empezar, la poca nitidez de la foto me llenó de sospechas. Para terminar, un segundo vistazo, más detallado, casi que me confirmó lo que sospechaba instándome directamente a intentar averiguar de qué venía la cosa (para condenar la farsa, de ser cierta la información, o para desenmascarar la falsa noticia, según el caso)
Bien. A esta página de La Cámpora me llevó el buscador de imágenes de Google. Ahí encontré la respuesta: la misma foto, mucho más nítida, parece no dejar lugar a dudas. Yo no sé, a esta altura, si el tal Ayusa es o no de la Cámpora, si es un servicio, un pobre infeliz cooptado por este gobierno nazifascistaneoanarcoconservamaoista, o alguna otra opción, pero si el pibe que aparece enla foto es Nicolás Ayusa, entonces me veré connminado a hacerle juicio al oculista que me recetó, hace unas semanas, los anteojos que estoy utilizando en este preciso instante:

Lo más triste de todo este asunto, es comprobar cómo, sin siquiera intentar investigar un poco (y herramientas para hacerlo, convengamos que sobran: no es necesario ser un hacker experimentado ni mucho menos para establecer una sencilla pesquisa utilizando Google u otros buscadores), muchos comentaristas (de féisbu y de otros medios/redes) dieron (y dan) por cierta la aparente patraña. Como si, además (y suponiéndola cierta), eso borrara una realidad empíricamente constatable: trabajadores de los cinco canales de aire tuvieron, en mayor o menor medida (sí, parece que hasta un camarógrafo del 13 recibió un "empujoncito"), al menos un episodio de agresión durante el 8N ("hechos aislados", sí, pero dependiendo desde dónde observemos). Buscar la llave donde solo ilumina el farol; una praxis que te puede hacer quedar como un pobre, triste, y pelotudo títere.