Lo que sí tengo más o menos claro, es que parece una muy buena noticia (al menos a mí, que pienso de determinada manera): el control sobre las importaciones, en este caso, parece haber dado (y dar en el futuro) los frutos esperados, a saber:
Parece que los muchachos de Adidas se han constituido en un ejemplo que refuta cierta teoría ortodoxa que reza que las empresas extranjeras se toman el palo cuando se les ponen algunos límites. Por lo menos, la universalidad de esa "ley" ha quedado refutada por este ejemplo.
Bien ahí: cumpliendo con las reglas impuestas por el estado para mantener equilibrio en la balanza comercial.
Muy bien: ¿cuáles podrían ser algunas de las consecuencias de la imposibilidad de entrada de algunos de estos productos (además de la tristeza de algún tilingo por no poder tener sus llantas importadas de $1000 -o más- mangos, su camperita palermosohoesca, o algún otro producto que desee para ejercitar su individualismo uniformándose)?)Veamos:
Saquen ustedes su propias conclusiones...
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